Suecia se ha convertido en un líder mundial en el movimiento hacia un futuro sin humo al ayudar a los fumadores a cambiar a alternativas más seguras, reduciendo significativamente las enfermedades relacionadas con el tabaquismo. Pero, ¿es este éxito exclusivo de Suecia o puede repetirse en otros lugares? La respuesta puede estar en Nueva Zelanda, que ha adoptado el mismo planteamiento que Suecia en materia de reducción de daños del tabaco. Al ayudar a los fumadores adultos, especialmente a los de grupos marginados, a pasarse al vapeo, Nueva Zelanda ha reducido a la mitad sus tasas de tabaquismo en sólo cinco años. Al igual que Suecia, va camino de convertirse en uno de los primeros países con menos del 5% de adultos fumadores, lo que demuestra el potencial del modelo sueco de reducción de los daños del tabaco para reducir las tasas de tabaquismo a escala mundial.