Comparando los éxitos de la reducción de daños en Nueva Zelanda con la situación actual en Sudáfrica
Nueva Zelanda está en camino de convertirse en uno de los primeros países en declararse libre de humo, con una tasa de tabaquismo proyectada de menos del 5% para 2030 y una tasa actual del 6.8%. En contraste, la tasa de tabaquismo en Sudáfrica sigue siendo alta, con un 25.8% y sin señales de una disminución significativa en el corto plazo. Esto no solo afecta la meta de 2030, sino que tiene un impacto directo en la salud pública. Debido a las altas tasas de tabaquismo, aproximadamente 42,000 personas murieron en Sudáfrica en 2021 por enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco.
Un informe reciente, titulado Una historia de dos naciones, destaca la brecha entre estos dos países y ofrece recomendaciones para reducirla. Uno de los aspectos más interesantes de este informe es cómo traza el camino que ha seguido Nueva Zelanda para comprender y adoptar estrategias de reducción de daños, proporcionando un modelo claro que otros países pueden replicar.
El informe muestra cómo, en 2017, el gobierno neozelandés creó un grupo asesor que llevó a importantes regulaciones para los productos de vapeo y de calentamiento de tabaco. No se detuvieron ahí: en 2019, el Ministerio de Salud lanzó un sitio web sobre cesación del tabaquismo que promovía el vapeo como una alternativa viable y de menor riesgo para dejar de fumar. En 2020, se lanzó la campaña Vape to Quit, que promovía activamente el vapeo como herramienta de cesación.
En lugar de simplemente señalar las diferencias entre ambos países, el informe presenta una línea de tiempo detallada que muestra cómo se implementaron los cambios en Nueva Zelanda y las dificultades que ha enfrentado Sudáfrica. Esta comparación permite a otros países diseñar estrategias efectivas para avanzar. Si Sudáfrica aprende del modelo neozelandés de reducción de daños, podría lograr avances significativos en un corto período de tiempo.