La realidad de la nicotina en la reducción de daños y cómo el vapeo y las bolsas de nicotina son parte de la solución
Al abordar el control del tabaco y la cesación del tabaquismo, la nicotina a menudo se ve como un villano al mismo nivel que el tabaco. Este enfoque invalida inmediatamente cualquier apoyo a productos como los vapes o las bolsas de nicotina, donde la nicotina suele ser un componente principal. Sin embargo, esto no es así. Más que la nicotina, es el alquitrán liberado al quemar tabaco en los cigarrillos lo que causa la mayoría de las muertes y enfermedades relacionadas con el tabaquismo, incluidas el cáncer, la EPOC y las afecciones respiratorias. Aunque no está totalmente libre de riesgos, la nicotina no causa enfermedades graves y se ha vendido ampliamente como terapia de reemplazo de nicotina (TRN) durante décadas, siendo los parches de nicotina conocidos como una herramienta efectiva para dejar de fumar.
Una parte clave de esta diferenciación es la presencia del tabaco y la forma en que se ingiere. En los cigarrillos tradicionales, el tabaco y otros carcinógenos pasan por un proceso de combustión que aumenta su daño. Alternativamente, las formas de nicotina, cuando se separan del tabaco y el proceso de combustión, son un 99,75% menos riesgosas que fumar cigarrillos, como se observa en el vapeo y las bolsas de nicotina en un estudio de Murkett, Rough y Ding. Además, Public Health England encuentra que el vapeo aumenta el éxito de dejar de fumar una vez y media. Esto muestra cuán vital es entender el concepto de reducción de riesgos y el continuo de riesgos, un método científico que ayuda a clasificar el daño de varios productos de tabaco y nicotina. Al hacerlo, es evidente que el enemigo no es la nicotina, sino la desinformación a su alrededor que impide un cambio positivo.