El camino de Nueva Zelanda desde las altas tasas de tabaquismo hasta el éxito en la reducción de daños

El nuevo informe de Suecia libre de humo, “Quitting Strong: New Zealand’s Smoking Cessation Success Story”, proporciona un ejemplo detallado de cómo la reducción de daños no depende de la ubicación geográfica, las similitudes históricas ni otros factores similares. En lugar de ello, el informe muestra cómo un futuro libre de humo es alcanzable para todos los países, si tan sólo adoptaran estrategias de reducción de daños en sus esferas social y jurídica.

A pesar de los 17.000 kilómetros que separan los dos países, Suecia y Nueva Zelanda han demostrado que un futuro libre de humo no sólo es alcanzable sino que está al alcance de la mano. Si bien Suecia ha podido reducir su tasa de tabaquismo entre adultos al 5,6 % en 2022 mediante el uso de alternativas de menor riesgo como el vapeo, el snus y los productos orales de nicotina, Nueva Zelanda tiene una tasa de tabaquismo actual del 6,8 % mediante métodos similares. Ambos países avanzan constantemente hacia la etiqueta de libres de humo para 2025, una vez que sus tasas caigan por debajo del 5%.

Por el contrario, las políticas restrictivas de Australia sobre el vapeo se destacan como una advertencia. A pesar de tener una demografía similar y tasas de tabaquismo históricamente altas, Australia ha adoptado un modelo de venta con receta únicamente para productos de vapeo. Introducido en 2021 para frenar el vapeo entre menores de edad, el modelo solo con receta ha tenido consecuencias no deseadas. El engorroso y costoso proceso para obtener una receta, combinado con la disponibilidad limitada de suministros para vapear en las farmacias, ha llevado a muchos vapeadores al mercado negro. Como resultado, la prevalencia del tabaquismo en Australia sigue siendo mayor que la de Nueva Zelanda: el 8,3% de los adultos fuman en comparación con el 6,8% de Nueva Zelanda.

Además de aumentar el acceso a alternativas de menor riesgo, Nueva Zelanda también se ha involucrado en estrategias de reducción de daños, como enfatizar el reconocimiento gubernamental de la reducción de daños, la educación pública, la lucha contra la desinformación y la regulación proporcionada para lograr reducciones sustanciales en las tasas de tabaquismo y mejorar los resultados de salud pública. El informe recomienda que otras naciones adopten estrategias similares para replicar eficazmente el éxito de Suecia y Nueva Zelanda, ofreciendo un camino prometedor hacia un futuro libre de humo.

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